El buen mantenimiento y limpieza de calderas de gasoil en Burgos es esencial para que esta no se deteriore y comience a dar problemas antes de tiempo. Continúa leyendo este nuevo post para saber cómo tener tu caldera siempre a punto.

Una cosa muy buena de las calderas de gasoil es que con su funcionamiento ya se están dando mantenimiento a sí mismas, y es que su uso continuado las protege y las conserva. No obstante, se hace igualmente necesario un equipo de limpieza de calderas de gasoil en Burgos. El empleo hace que con el paso del tiempo determinadas piezas se vayan desgastando, así como la acumulación de residuos de gasoil. Este combustible es muy eficiente, pero contiene impurezas que se depositan poco a poco en diferentes partes de la caldera (filtros, bomba, hogar, boquilla inyectora, etc.). Una falta de mantenimiento en tu caldera de gasoil puede provocar, en el peor de los casos, incendios.

Existen varias rutinas diarias que podemos hacer para garantizar que la caldera está en buen estado. Cada vez que rellenes el depósito, te recomendamos que esperes una hora para ponerte a utilizarla. Esto hará que las impurezas del gasoil se mantengan en el fondo o desciendan a él, de modo que no pasen al sistema ni creen obstrucciones. Por otro lado, evita poner al límite el depósito, y rellénalo antes de que la cantidad que quede sea extremadamente poca.

Otro apartado es el de la presión. La presión normal debe estar entre 1,2 y 1,5 bares. Cuando la caldera está funcionando, puede subir un poco más la presión, pero en reposo debería estar siempre entre 1,2 y 1,5 bares. Por otro lado, el humo de la caldera es invisible. En el momento en el que empieces a detectarlo es que algo va mal. En este caso es muy importante que recurras a un especialista para solucionarlo.

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